sábado, 19 de junio de 2010

Poverty, shouldn't be a life sentence.

"Superar la pobreza, no es cuestión de caridad. Es un acto de justicia al igual que la esclavitud y el apartheid. La pobreza no es natural, es una creación del hombre y como tal puede ser superada y erradicada por los seres humanos. A veces una generación puede hacer algo extraordinario, tú puedes ser parte de esa generación, permite que tu grandeza florezca".
Nelson Mandela

jueves, 10 de junio de 2010

Uno de cada cuatro niños vive bajo el umbral de la pobreza en España.


El 24% de los niños y niñas en España vive bajo el umbral de la pobreza, un porcentaje que sitúa al país en el cuarto puesto de la Unión Europea.
Así se recoge en el informe complementario de la Plataforma Infancia que analiza cómo se aplica en España la Convención sobre los Derechos del Niño y que el próximo día 16 se defenderá en Ginebra ante el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
En su presentación, el presidente de la Plataforma, Alberto Soteres, ha explicado que por primera vez este año se incorpora "la voz de los niños" mediante una encuesta realizada a un total de 271 menores.

El contenido del informe

El informe identifica las 15 principales preocupaciones en relación con la infancia y señala 15 recomendaciones al Gobierno, ha explicado el director de la Plataforma, Ángel Hernández.
Las principales tareas que señala son la coordinación efectiva de los recursos, un mayor peso de la pobreza infantil en la agenda política y una apuesta por un Pacto de Estado que dé estabilidad al sistema educativo.
Este documento pone de relieve que la pobreza infantil es un 33% más alta que en los adultos de 18 a 65 años, superior a la media total de la población y sólo se ve superada por el índice de pobreza de los mayores de 65 años.
El porcentaje del 24% de niños que vive bajo el umbral de la pobreza se mantiene estable desde hace años, por lo que Gabriel González Bueno, de Unicef ha lamentado que no se hayan aprovechado los años de bonanza económica para reducirlo.

Diferencias de recursos entre comunidades autónomas

El informe hace especial hincapié en las diferencias que existen entre los recursos que las diferentes comunidades autónomas dedican a la infancia.
La coordinadora del informe, Conchi Ballesteros, ha expresado el temor a que la crisis provoque una reducción drástica de las inversiones y ha pedido a las administraciones que garanticen a todos los niños, independientemente de su lugar de residencia, el acceso igualitario a unos servicios sociales básicos.


http://www.elmundo.es/elmundo/2010/06/07/solidaridad/1275922019.html


jueves, 3 de junio de 2010

Las alas son para volar.

 Cuando se hizo mayor su padre le dijo: «Hijo mío: no todos nacemos con alas. Si bien es cierto que no tienes obligación de volar, creo que sería una pena que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado».
-Pero yo no sé volar -contestó el hijo.
-Es verdad... -dijo el padre. Y, caminando, lo llevó hasta el borde del abismo de la montaña.
-¿Ves, hijo? Éste es el vacío. Cuando quieras volar vas a venir aquí, vas a tomar aire, vas a saltar al abismo y, extendiendo las alas, volarás.
El hijo dudó.
-¿Y si me caigo?
-Aunque te caigas, no morirás. Sólo te harás algunos rasguños que te harán más fuerte para el siguiente intento -contestó el padre.
El hijo volvió al pueblo a ver a sus amigos, a sus compañeros, aquellos con los que había caminado toda su vida.
Los más estrechos de mente le dijeron: «¿Estás loco? ¿Para qué? Tu padre está medio loco... ¿Para qué necesita volar? ¿Por qué no te dejas de tonterías? ¿Quién necesita volar?».
Los mejores amigos le aconsejaron: «¿Y si fuera cierto? ¿No será peligroso? ¿Por qué no empiezas despacio? Prueba a tirarte desde una escalera o desde la copa de un árbol. Pero... ¿desde la cima?».
El joven escuchó el consejo de quienes le querían. Subió a la copa de un árbol y, llenándose de coraje, saltó. Desplegó las alas, las agitó en el aire con todas sus fuerzas pero, desgraciadamente se precipitó a tierra.
Con un gran chichón en la frente, se cruzó con su padre.
-Hijo mío -dijo el padre-. Para volar, hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen. Es como tirarse en paracaídas: necesitas cierta altura antes de saltar.
Para volar hay que empezar asumiendo riesgos.
Si no quieres, lo mejor quizá sea resignarse y seguir caminando para siempre.


Jorge Bucay